Hoy cumple 68 años el más grande tenista argentino, alguien que, con sus hazañas, hizo conocer y disfrutar el tenis en un país que era desconocido.
Sin dudas que Guillermo Vilas es el mejor tenista argentino de todos los tiempos y uno de los deportistas más reconocidos a nivel mundial de nuestro territorio. Nació un 17 de agosto en el Instituto del Diagnóstico y Tratamientos de Buenos Aires. Hijo de Maruxa y José Roque, creció en Mar del Plata junto a su familia, donde empezó a escribir su historia.
Con su maestro, Felipe Locicero, en ese entonces peluquero, empezaron a trabajar con gran énfasis en su zurda. Practicaban cada golpe hasta que quedara perfecto. A los 22 años, en 1974, sorprendió al mundo cuando ganó el Masters de Australia al local John Newcombe. Obtuvo 4 Grand Slams: Roland Garros 1977, Us Open 1977, y dos veces el Abierto de Australia, en 1978 y 1979.
Junto a José Luis Clerc, llevó al seleccionado
argentino de Copa Davis a la final por primera vez en 1981. A lo largo
de su carrera logró 62 títulos y fue top ten durante 10 años. Obtuvo 929
victorias en su trayectoria profesional, por lo que está cuarto en el ranking
histórico de triunfos.
Fue contemporáneo de grandes tenistas como Bjorg Borg, Jimmy Connors, John Mcenroe y brilló junto a ellos, en una época dorada y bohemia de un tenis más estético que potente.
Inventó la "Gran Willy" (de ahí viene su sobrenombre), ese golpe que consiste en pegarle a la pelota entre las piernas de espaldas a la red.
Willy está entre los grandes deportistas del siglo XX como Diego Maradona, Carlos Monzón, Juan Manuel Fangio entre otros. Fue el ídolo tenístico de Juan Martín del Potro, David Nalbandian, Gastón Gaudio y varios jugadores de La Legión. Introdujo un deporte casi nulo en Argentina y es el reconocimiento que se le hace día a día porque, gracias a él podemos jugar y vivir tenis.
No fue número uno del mundo debido a un sistema deficiente para elaborar el ranking, aún inentendible. Esa posición está siendo reconsiderada en la Federación Internacional de Tenis, pero sin dudas, para nosotros siempre será el primero.